Por Martin Khor
CIGES
Una
nueva crisis amenaza a varios países en desarrollo que enfrentan a
fuertes devaluaciones de sus monedas y fugas de capitales. Ella es
motorizada por los ciclos de auge y caída de capitales, y originada en el
comportamiento de los inversores de los países desarrollados en búsqueda
de ganancias.
.___________________________
Varios
países en desarrollo están siendo llevados a nuevas crisis económicas, en tanto
sus mercados de divisas y bursátiles están sufriendo fuertes caídas, sin
poderse aún pronosticar su perspectiva. La "venta masiva" en las
economías emergentes se ha extendido también a los mercados bursátiles
americanos y europeos, lo que provoca agitación global.
Algunos
de los países que han sido afectados en las últimas semanas son: Argentina,
Turquía, Rusia, Brasil y Chile. En un principio, el aumento de tasas de
interés en Turquía y Sudáfrica no fue suficiente como para detener la
depreciación de sus monedas.
Un
analista de mercados de EE.UU. ha definido lo que ocurre como
“una gripe de los mercados emergentes” . Los análisis de los medios de
comunicación globales tienden a focalizar el problema en la debilidad
individual de los países en desarrollo. Sin embargo, la tendencia
simultánea a la venta de activos en la periferia lleva a pensar que se
trata sobre todo de una respuesta generalizada al
“estrechamiento” de la compra de bonos por parte de la Reserva de EE.UU. (Fed),
evidenciada en la reversión de la política de dinero fácil
(“quantitative easing”) que vino llevando adelante con la inyección
de muchos cientos de miles de millones de dólares en el sistema bancario.
El 29
de febrero pasado la Reserva de EE.UU. redujo sus compras mensuales de activos
en otros U$S 10.000 millones para llevarlas a USS 65.000 millones,
ello luego de ya haberlas acotado también en U$S 10.000
millones en diciembre. Esta decisión dio nuevo empuje al debilitamiento
de las monedas de los países emergentes.
Una
buena parte del dinero bombeado por la Reserva de EE.UU. había sido utilizado
anteriormente por inversores de EE.UU. en su búsqueda de mayores
rendimientos en economías emergentes. Ahora, con el
ajuste de la política monetaria y la expectativa de mayores
tasas en EE.UU, los inversores salen de posiciones en bonos y
acciones de países emergentes y ponen presión en las monedas.
Los flujos de capital han cambiado de sentido.
No se
puede explicar entonces la actual presión vendedora en los mercados
emergentes como situaciones “ad-hoc” de cada país en
particular. Forma parte predecible, e incluso inevitable, de un
ciclo de auge y caída en los flujos de capitales hacia y desde los países en
desarrollo que se origina en las políticas monetarias de los países
desarrollados y el comportamiento de sus fondos de inversión.
Este
ciclo recurrente, que ha sido históricamente tan desestabilizador para las
economías en desarrollo, se ha visto facilitado por el proceso de
desregulación de mercados financieros que con anterioridad
habían sido cuidadosamente regulados y la liberalización de flujos financieros.
Esta última llevó a masivos y crecientes flujos especulativos
internacionales por parte de fondos de inversión. Las
economías emergentes con mayor crecimiento económico y tasas
de interés atrajeron a los inversores. El Jefe de Economistas
del Centro del Sur, Yilmaz Akyuz, ha analizado los ciclos de auge y caída
en su reciente estudio “¿Ondulándose o Hundiéndose?”(original
en ingles “Waving of Drowning- Developing Countries after the Financial Crisis”
– en http://www.southcentre.int/research-paper-48-june-2013/).
El
boom de flujos de capitales privados hacia mercados emergentes, que había
comenzado a principios de los años 2000, finalizó en Septiembre de
2008 con el vuelco de las inversiones, luego del colapso de
Lehman Brothers, hacia alternativas de mayor seguridad y menor
riesgo. Aun así, los flujos hacia los emergentes se recuperaron
rápidamente. En el periodo 2010-12, estos superaron los récords que
habían alcanzado antes de la crisis. La recuperación fue en gran medida
debida a las políticas de dinero barato y tasas de interés de casi 0% en los
EE.UU. y Europa.
En
los EE.UU. su Reserva Federal inyectó U$S85.000
millones mensuales hacia el sistema bancario comprando bonos. Se esperaba que
los bancos prestaran así a las empresas para impulsar la
recuperación, pero en realidad los inversores colocaron muchos de sus
fondos en los mercados bursátiles y en bonos y acciones de los países en
desarrollo.
El
ingreso de capitales llevó a una fuerte revaluación de las monedas,
acciones y bonos de los países del Sur. Algunos de éstos dieron la
bienvenida a este nuevo arribo de capitales y al auge
de los precios de los activos. Pero otros comenzaron a estar
preocupados por la revaluación de sus monedas (por lo pronto, al resultar
sus exportaciones menos competitivas) y el temor que las ultra-expansivas
políticas monetarias formaran parte de una “guerra de monedas” para
hacer a las economías de los países más desarrollados más
competitivas.
En el
2013 se debilitó el ingreso de capitales a los países en desarrollo
debido a la crisis europea y la perspectiva que la Reserva de EE.UU. diera
comienzo al “tapering” (estrechamiento), es decir la reducción de
sus compras mensuales de bonos. Este cambio se produjo en mal
momento - justo cuando muchas economías emergentes comenzaron a aumentar
el déficit en su balanza corriente-. La necesidad de capital del exterior
de esta últimas creció justo en el momento en que sus ingresos se
volvieron débiles e inestables.
En
mayo-junio 2013 hubo un anticipo de la actual corrida cuando la Reserva de
EE.UU. anunció que podría pronto comenzar la reversión de su
política monetaria expansiva. En lo inmediato, las autoridades monetarias
norteamericanas pospusieron la medida y brindaron un respiro
temporario.
De
todas formas, en diciembre se anunció el comienzo del “tapering”,
al informar la Reserva de EE.UU. La reducción de la compra de
bonos de U$S 85 a a U$S 75 miles de millones mensuales, dejando abierta
la perspectiva de más medidas. No hubo entonces súbitas ventas
masivas en los países emergentes, en tanto los mercados ya habían anticipado la
medida y la Fed informaba que las tasas de interés se
mantendrían en los actuales bajos niveles hasta fines de 2015-
El
ambiente de inversión se ha vuelto contra las economías emergentes.
Muchas de éstas han sido ahora calificadas como “frágiles”, en particular aquéllas
con déficit de cuenta corriente y dependientes de los flujos de capital.
Paradójicamente, muchas de los países ahora designados como
“frágiles” son en realidad parte de los BRICS y habían
sido referidos sólo pocos años antes como las más poderosas economías
emergentes impulsoras del crecimiento global.
En un
ambiente de crecientes preocupaciones, sólo se necesitaba un
“disparador” para provocar la liquidación simultánea de divisas y
de los mercados de los países en desarrollo. Surgieron varios
factores simultáneos para para conformar tal disparador. Estos
fueron un reporte breve indicando la contracción de la actividad
industrial en China; la súbita caída del peso argentino y las
expectativas de mayores reducciones de compras de bonos por parte de la Reserva
de EE.UU.
A lo
largo de dos días (23 y 24 de enero) las monedas y los mercados
bursátiles de varios países en desarrollo se conmovieron, expandiendo
temores hacia las bolsas de EE.UU. y Europa. La alternación continuó la
semana posterior, pareciendo confirmar el desencanto de los inversores con las
economías emergentes y la reversión de los flujos de capitales.
La
depreciación de las monedas y las salidas de capitales podrían imponer
presiones en las reservas y debilitar las balanzas de pago de los
países afectados. Las devaluaciones podrían tener un efecto positivo en la
competitividad de las exportaciones, pero impactos negativos en la aceleración
de la inflación (en tanto los precios de importación aumentan) y en los servicios
de deuda (en tanto más moneda local se necesita para afrontar la misma magnitud
de deuda nominada en moneda extranjera).
Nota:
Traducción autorizada, bajo responsabilidad del CIGES (Centro de
Investigación y Gestión de la Economía Solidaria)
No hay comentarios:
Publicar un comentario