Simón Andrés Zúñiga
Alainet
La difícil coyuntura económica y los continuos titubeos (1) en el más
alto (y nuevo) gobierno han impedido que hasta el momento se pongan en vigor
una serie de medidas graduales, pero urgentes, para enfrentar los principales
problemas económicos y financieros de corto plazo, entre ellos el repunte
inflacionario y la alarmante desaceleración del Producto Interno Bruto. Ambos
síntomas negativos tienen un punto en común: el ataque cambiario.
Sectores económicos fácticos, nacionales e internacionales, han sido
exitosos en la ejecución de una agenda que persigue ampliar la brecha entre el
tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo. Ejerciendo una presión
mediática para obligar al gobierno a devaluar, como efectivamente lo hizo en
febrero pasado. Es imprescindible desarmar de inmediato esta estrategia
desestabilizadora que amenaza con consolidar un cuadro de estanflación
(estancamiento con inflación).
La intención de este análisis es contribuir propositivamente a la toma
de decisiones en materia de política económica, centrado principalmente en la
preocupación de garantizar la continuidad del proceso político y del apoyo
popular de la opción socialista.
El futuro inmediato del naciente chavismo (como movimiento claramente
revolucionario) y de la gestión de gobierno del presidente Nicolás Maduro
dependerá, entre otros factores principales, de la política económica que lleve
a cabo en los siguientes meses. Este primer gobierno chavista, presidido
por Maduro, debe tener una política económica que se diferencie sustancialmente
de aquellas prácticas de sesgo monetarista, neoliberal y pro-capitalista que
apuntan a “recobrar los equilibrios, las buenas prácticas y la
competitividad del tipo de cambio” a costa de la reducción del costo laboral,
contracción de las actividades productivas, pérdida de soberanía económica,
desempleo y deterioro de los indicadores sociales.
El gobierno de Maduro no debe iniciarse con políticas
económicas que: a) afecten el ingreso y el empleo de los trabajadores, es decir
de la principal base de apoyo del chavismo; y, b) comprometan el margen de
maniobra y la independencia de la misma política económica en el futuro,
especialmente medidas que incrementen la dependencia con el capital financiero
nacional e internacional.
Superar
los tropiezos: aprendizajes políticos de la devaluación de febrero
La medida de devaluación tiene una incidencia negativa sobre las
remuneraciones de los trabajadores y sobre el apoyo político al chavismo.
El ajuste del tipo de cambio debió tener un impacto, no despreciable,
sobre el resultado electoral, sobre la dimensión subjetiva de la lucha
política. En este segundo aspecto, la medida causó confusión entre
el pueblo que venía expresando su apoyo al gobierno de Chávez y entre no pocas
organizaciones políticas y militantes revolucionarios. De hecho, fue una medida
esperada por los representantes del capital (nacional e internacional)
quienes ya tenían preparada una estrategia para acusar al gobierno de aplicar
un “paquetazo rojo”.
Pero esa medida ya se tomó, y su impertinencia ya está cobrando su
cuota política. Aprendamos la lección con autocrítica, pero tomando
distancia de la crítica paralítica y oportunista, asumiendo una crítica
propositiva. Se trata de construir propuestas desde y para las bases populares
chavistas contribuyendo con la unidad pueblo-gobierno-fuerzas armadas.
Tenemos que defender el primer gobierno chavista dándole herramientas para
mantener su independencia.
Un aspecto
del diagnóstico: Los diques y las filtraciones de la economía venezolana
Por razones de brevedad, resaltaremos sólo un aspecto importante del
diagnóstico para comprender la actual coyuntura económica. Empecemos por
resaltar que una de las contradicciones inmanente al funcionamiento de la
economía venezolana, es su incapacidad para retener el ingreso externo
proveniente de su principal fuente de exportación. La economía venezolana tiene
dos productos principales de exportación: petróleo y dólares.
Ciertamente, la burguesía venezolana se ha especializado en una
actividad exportadora muy rentable y que no implica un gran esfuerzo
productivo: es altamente eficiente capturando, empaquetando y enviando los
petrodólares al exterior. Los activos del sector privado en el
exterior alcanzaron un extraordinario saldo a finales del año 2012,
de 160.279 millones de dólares. ¡Esta cifra representa más de 5 veces las
reservas internacionales! Buena parte de estos activos están en cuentas
bancarias (2).
Se deben tomar medidas que fortalezcan el control de
capitales, para que este desangramiento de la economía venezolana no
continúe a este ritmo.
Los poderes fácticos se han valido de la existencia de mecanismos de
endeudamiento utilizados por el gobierno. Instrumentos como la emisión de deuda
indexada en dólares y las anteriores notas estructurales (recomendados por
asesores vinculados con los poderes del capital financiero internacional), son
tan fatales como la cocaína para el ser humano: crean euforia en el organismo
económico, luego (al no resolver el problema fiscal en forma estructural) crean
adicción y finalmente terminan matando.
Los poseedores (tenedores) últimos de estos bonos, serán los primeros
que promocionarán la devaluación, para revalorizar sus activos en bolívares y
continuar con esta centrífuga financiera que permite capturar exponencialmente
grandes cantidades de recursos que se trasladan a otros circuitos de
acumulación financiera. Dentro de un año o dos, el gobierno será nuevamente
arrinconado por los promotores de la devaluación, y como no ha diversificado
las fuentes de ingreso y no ha aumentado la eficiencia de la burocracia
pública, se verá obligado a devaluar. Este el círculo vicioso del
endeudamiento-devaluación-inflación-devaluación. Finalmente, justificará un
nuevo endeudamiento externo (directo o indirecto). Y así se reinicia un ciclo
mortal que lleva a la reducción de la soberanía en la elaboración de políticas
económicas.
Algunas
propuestas de política económica:
En forma esquemática se proponen algunas medidas que abordan más
el corto plazo. Las medidas más estructurales las plantearemos en una
próxima entrega (3).
1. Centralizar la gerencia de los
fondos y de los activos externos en poder del sector público
No estamos frente a una grave situación de crisis o restricción
externa, sino frente a una situación que reclama urgentemente el manejo
eficiente de los activos externos y de los flujos de caja. A corto plazo,
se tienen que identificar los fondos existentes y administrarlos bajo un
criterio de superación de la iliquidez en la coyuntura, ya que muchos de ellos
están siendo administrados con criterios de rentabilidad financiera y de
inversión a largo plazo. La erogación de estos fondos es cuantiosa y
descontrolada.
No se trata sólo de fortalecer las reservas internacionales con fines
cambiarios (que por demás es obligatorio para detener la escalada del
paralelo), sino con el propósito de garantizar el abastecimiento y mantener el
ritmo de actividad económica necesario.
2. Cambios en la estructura de
financiamiento del Estado y mejorar la eficiencia del nuevo marco institucional
de la distribución de la renta petrolera
Más que un problema ortodoxo de déficit o de crisis fiscal, estamos
frente a un desorden y descoordinación de los diferentes niveles de fondos
públicos. Estamos frente a un problema de Flujos de Caja, y el tratamiento de
este no se debe abordar de forma homogénea, sino de forma partícular,
específica y coordinada.
Se impone una reprogramación del flujo de la Tesorería por parte de la
ONAPRE y Tesorería Nacional, que debería facilitar el manejo de la ejecución
presupuestaria, sin necesidad de otros endeudamientos en dólares o de la
devaluación fiscalista. Se impone una solución al flujo de caja de PDVSA
sin que esta solución traslade el problema al BCV, contagiándolo de su
desequilibrio.
Estas medidas de corto plazo deben estar acompañadas de medidas más estructurales
como la reestructuración tributaria, especialmente en el diseño e
implementación de tributos no petroleros de carácter progresivo, disminuyendo
el peso altamente regresivo del (IVA).
3. Iniciar ahora el diseño de la
reestructuración tributaria
La reestructuración tributaria no petrolera, es un programa de
mediano plazo, pero su diseño y su viabilidad deben construirse de
inmediato. A mediano plazo la reforma fiscal debe aplicarse en forma
ineludible si se quiere garantizar la sostenibilidad del modelo socio-económico
chavista. Dentro de la economía venezolana hay recursos financieros que pueden
ser captados por el Estado en beneficio de la estrategia trazada por el segundo
plan socialista.
Hay que enfrentar las estrategias económica-financieras, que incluyan
el endeudamiento externo. Esta estrategia ya está en curso, protagonizadas por
operadores locales del capital financiero transnacional. Los trabajadores y el
movimiento popular revolucionario deben oponerse al incremento del endeudamiento
externo, porque -como ya sabemos- el aumento de la deuda externa es el
camino de la dependencia, es decir es el camino al infierno.
4. Cambios en el sistema de
administración de divisas
La creación del Órgano Superior Cambiario es una medida que avanza en
el camino correcto. Sin embargo, existen poderes fácticos dentro del
gobierno que actualmente conspiran para que esfuerzo fracase. Tratando de
boicotear su funcionamiento y se termine desmontando el control de cambios.
Mejorar la eficiencia y la efectividad del control de cambio es
fundamental para desmantelar los estímulos que actualmente explican el ascenso
del mercado paralelo.
Se requiere una inyección urgente y significativa de liquidez en el
saldo de divisas operativas que maneja el BCV, para que se atiendan los cuellos
de botella que la nueva administración de CADIVI está intentando resolver. Esta
inyección y reforzamiento de la liquidez en divisas se puede hacer en cuestión
de horas.
5. Garantizar el abastecimiento de
bienes salarios. Fortalecer a MERCAL
Dentro de esta línea es fundamental garantizar el abastecimiento
alimentario. No sólo es un problema de precios sino de disponibilidad de
productos. Es por eso que: a) se debe reforzar la Misión Mercal; b ) se debe hacer
una revisión de los procesos de Mercal y PDVAL, con el objetivo de ampliar su
cobertura en forma significativa; c) se debe aumentar la seguridad alimentaria
en rubros alimenticos fundamentales
En el corto plazo, se debe garantizar el abastecimiento de los
principales rubros alimentarios y de aquellos rubros que causan malestar en la
población, como medicinas para enfermedades como la diabetes, insuficiencia
renal, entre otras, así como la provisión de medicinas para los niños. No deben
faltar en las estanterías artículos como pañales, papel sanitario etc…
Como gran parte de la provisión de alimentos se hace a través de las
importaciones, es importante que los mecanismos actualmente existentes mejoren
su transparencia en las compras y se disminuya las ineficiencias, los desvíos,
los negocios con traders internacionales que dejan pingües ganancias a
funcionarios corruptos.
6. Disminuir el poder del capital
financiero parasitario
Tenemos una economía secuestrada por la banca privada. La oligarquía
del dinero tiene en la revolución bolivariana uno de los negocios más
lucrativos en cuanto no necesita vivir de los depósitos del público, ni de la
intermediación entre ahorristas e inversionistas, sino que dispone de la
provisión de recursos abundantes provistos por la renta petrolera a través de
los organismos públicos.
Hay que avanzar hacia el control y disciplinamiento de la banca
privada.
7. Fortalecer la planificación
Relanzar la Comisión Central de Planificación. Ningún proceso de
transformación socialista ha podido madurar sin la planificación. La Comisión
Central de Planificación no es incompatible con el poder comunal y con la
planificación local, tal como fue atacada por algunos cultores fetichistas del
poder comunal y de la planificación local.
Si no ponemos orden en el manejo de los recursos públicos, disciplina
en el cumplimiento de las decisiones de Estado y coherencia entre la
estrategia del Plan Socialista y las decisiones operativas…¡nos iremos
simplemente al carajo! Y, por unos 50 años; el pueblo no querrá saber de
socialismo.
8. Recomponer el ingreso
laboral y mantener el empleo de los trabajadores
Es fundamental la recuperación del salario, del ingreso familiar y el
mantenimiento del empleo. Cuando hablamos de salarios no nos limitamos al
salario mínimo, sino a todos los salarios de la economía. Especialmente al
sector privado donde las remuneraciones están rezagadas. Cuando nos referimos
al ingreso familiar incluimos, además de las remuneraciones, las misiones, el
sistema de salud, el sistema educativo y el sistema cultural.
Ahora bien, esta necesaria recomposición de los ingresos laborales no
debe limitarse a las acciones del gobierno en cuanto a salario mínimo y
misiones. Luego que el gobierno hace lo suyo, el sector laboral organizado debe
profundizar esta lucha por mejores remuneraciones, especialmente en el sector
privado. Esto significa profundizar la lucha de clases bajo la organización
política, en los diferentes espacios vitales: el lugar de trabajo, el lugar de
habitación (el barrio, la urbanización…) y la calle.
El aumento del salario mínimo anunciado, el Primero de Mayo, por el
Presidente Maduro, va en camino correcto. Sin embargo, el proceso inflacionario
actualmente en marcha exige por parte de los trabajadores organizados una
actitud más activa.
9. Enfrentar la corrupción como
obstáculo económico
El nivel de corrupción e ineficiencia es otro factor que no solamente
incide en el desgaste del modelo político actual y que conspira contra la
esperanzas de muchos seres que creemos en una sociedad socialista justa. La
práctica generalizada de la corrupción por grupos o castas enquistada en el
aparato del Estado, es además uno de los principales obstáculos para construir
un modelo económico socialistas.
La tolerancia hacia la corrupción se ha convertido en una cultura, esta
cultura de la corrupción tiene diversas expresiones en el peculado, el desvío
de fondos, la negociación de recursos naturales (como el oro y el coltán)
y la práctica del nepotismo.
La ética socialista, el modelaje de buen proceder revolucionario, ha
sido -en la historia del movimiento socialista- una de las fuerzas subjetivas
más poderosas. Se trata de seguir, hasta las últimas consecuencias,
la orientación contenida la frase expresada por el Presidente Maduro, en
ocasión de la instalación oficial del Consejo de Estado de la República de
Venezuela:
“…no hay ladrón socialista, no hay,
no hay corrupto socialista, ahí capturamos a uno, puede ser que tuviera una
boina roja, pero en su alma tenía el capitalismo, tenía a Judas, tenía la
traición al voto de confianza que se le dio. Podemos construir una sociedad de
hombres y mujeres honestos, un Estado que funcione de manera eficiente y
honesta, si podemos…” (Nicolás Maduro, 11/06/2013)
- Simón Andrés Zúñiga es economista venezolano, miembro de la
Sociedad de Economía Política Radical (SER).
NOTAS:
(1) Diversos voceros gubernamentales han
anunciado que vienen varías medidas para enfrentar el problema cambiario, pero
no terminan de cuajar como medidas. Mientras, por otro lado, toma medidas como
la constitución del Órgano Superior Cambiario y el SICAD, y ambas son letra
muerta de Gaceta Oficial porque no están funcionando (o el poder financiero
boicotea su funcionamiento).
(2) FUENTE: Banco Central de Venezuela. En http://www.bcv.org.ve/c2/indicadores.asp
(3) Temas como la industrialización y la producción
agrícola, son parte importante del corazón de la discusión sobre el modelo de
acumulación y el estilo de desarrollo. Sin embargo, estas propuestas se centran
en la coyuntura adversa que atraviesa de economía venezolana y la necesidad de
tomar medidas urgentes.
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