Por: Humberto Trómpiz
Valles
Aporrea
| Jueves, 06/01/2011
02:53 PM | Versión para imprimir
La historia petrolera de Venezuela que circula en las Altas
Casas de Estudio y en la Educación Básica del país, ha estado contamina da de
ideología, en el sentido de que oculta muchas verdades, refiere medias verdades
y ha creado una serie de mitos sobre la explotación de nuestro principal rubro
exportable. En estos tiempos de fracturas históricas nacionales y mundiales, se
impone una revisión a fondo de los conocimientos histórico –petroleros que han
confundió a muchas generaciones de connacionales y que amenazan con
seguir manteniendo a nuestro pueblo en un peligroso analfabetismo
petrolero, sobre todo, cuando nuestra soberanía está en peligro, por las
acuciantes demandas energéticas de los países imperialistas. Entre el arsenal
ideológico–petrolero que se le ha administrado a la conciencia del venezolano
desde hace más de ochenta años, se destacan las siguientes aseveraciones:
1.-La propiedad nacional de subsuelo y por ende, del petróleo
en Venezuela, descansa en la tradición jurídica hispano-colonial y en el
célebre decreto de Bolívar de 1929.
2.-El gobierno gomecista en materia petrolera fue entreguista
y corrupto, pero su ministro petrolero estrella, Gumersindo Torres, fue
probo y nacionalista.
3.-La Ley Petrolera de 1943, promulgada por Medina Angarita
y que estuvo vigente hasta 1975, lesionó la soberanía nacional, al
extender por más de cuarenta años las concesiones petroleras.
4.-El repartimiento de los proventos petroleros mitad y
mitad, es decir el fifty-fifty adeco de la época del Trienio (1945-1948), fue
un arreglo cojonudo para la nación.
5.-El Perezjimenismo se entregó al imperialismo petrolero al
abrir la política de nuevas concesiones.
6.-Rómulo Betancourt y Juan Pablo Pérez Alfonso son los
padres putativos de la OPEP.
7.- PDVSA estuvo mejor administrada cuando reinaban en su
gerencia los Giusti, Sosa Pietri y Calderón Berti.
8.-En materia petrolera, Venezuela es un país explotado por
el imperialismo.
9.-El creador de la idea de sembrar el petróleo en
el desarrollo nacional fue Arturo Uslar Pietri.
Si estas observaciones las sometemos al tamiz de la
documentación existente sobre la materia, así como también, a los últimos
avances en materia de la economía política petrolera, vernos como cada una de
ellas se derrumba, mostrándonos su unívoco carácter ideológico, o sea, de falsa
conciencia. Ese manto ideológico que se ha tendido sobre nuestra historia
petrolera no es fortuito, sino que responde a ciertos y determinados
intereses económico-politicos, tanto nacionales como internacionales; de manera
que nuestro analfabetismo petrolero ha sido planificado desde las más altas
esferas del capital. No debemos olvidar que en los tiempos de la llamada
Meritocracia Petrolera, impulsora de la Apertura Petrolera, se les ofreció a
las universidades públicas, eliminar los cursos de historia y economía
petrolera, a cambio de una magra participación en el negocio de los
hidrocarburos. En vista de que el socialismo ineludiblemente debe afincarse en
la investigación científica, a fin de derrotar la falsa conciencia, se hace
necesario ir desmontando el montón de falacias que se tienen como verdades
absolutas en relación a nuestro principal producto exportable. Vamos a empezar
refiriéndonos a la Siembra del Petróleo que la historia
oficial escrita por pensadores de la oligarquía criolla y de algunos
llamados progresistas, le han atribuido a Arturo Uslar Pietri.
Ciertamente en 1936 en el “Diario Ahora” Uslar Pietri publico
su célebre editorial donde llamaba a sembrar el petróleo en el desarrollo
económico nacional. En palabras de este autor:
Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía
destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura
economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es
menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en
ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias
nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de
convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que
permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del
pueblo venezolano en condiciones excepcionales1
Así justificó Uslar Pietri la siembra del petróleo cuando se
inició el gobierno del López Contreras, destacando la naturaleza parasitaria
del ingreso petrolero y suministrando la sustancia ideo-política legitimadora
de la renta petrolera. Sin embargo, cuando se iniciaba la explotación
hidrocarburera en nuestro país, surgieron al mismo tiempo, las dos
grandes cuestiones que han acompañado la explotación de este rubro: ¿A quién
pertenece el petróleo depositado por la naturaleza en el subsuelo nacional y
qué destino le debemos dar los venezolanos a los proventos generados por
dicha actividad económica? El gobierno gomecista, encabezados por su ministro
de petróleo Gumersindo Torres, dio respuesta a estas dos grandes interrogantes
sobre la economía petrolera que se estrenaba. Las limitaciones de espacio de
este artículo nos impiden extendernos en las consideraciones sobre el origen de
la renta aceitera formuladas por este Ministro; solamente queremos dejar constancia
que en cuanto al destino de la renta petrolera, ya Gumersindo Torres en 1918,
había propuesto la idea primigenia de sembrar el petróleo en la
agricultura, cuando a fin de justificar la participación de los
terratenientes criollos en el negocio petrolero afirmó:
El reconocimiento del derecho de los propietarios del suelo
siquiera a la preferencia para obtener de la Nación la facultad de explotar el
subsuelo, mediante el pago de los impuestos legales valorizaría enormemente la
propiedad territorial porque los agentes de las compañías tendrían que
entenderse previamente con ellos para obtener esa facultad, en lugar
de entenderse con un contratista único como hasta ahora. La valorización
de la propiedad territorial se traduciría naturalmente en la prosperidad
general de la respectiva región y en el aumento consiguiente de las rentas
fiscales, como sucede cada vez que sube el precio de
los bienes inmuebles o de los frutos del país.2
Tal como se desprende de esta cita del Ministro Torres, la
explotación petrolera era altamente beneficiosa para el país, por cuanto
permitía a los terratenientes obtener preferencialmente concesiones que
redundarían en la valorización de la propiedad territorial, lo cual impulsaría
la prosperidad de la agricultura criolla y de toda la región donde se ubicasen
los yacimientos petroleros, aumentando de paso, los rendimientos de las
rentas internas. De manera que para Torres el destino de la renta petrolera no
podía ser otro que el de su inversión en nuestra actividad económica ancestral,
o sea, la agricultura. Así legitimaba Torres el cobro de la renta petrolera al
capital petrolero internacional y la participación privada en la actividad
hidrocarburera que se iniciaba por aquellos años del Gomecismo. Concluimos
entonces en que si bien la paternidad de la frase pertenece a Uslar Pietri, la
idea de sembrar el petróleo en la agricultura fue formulada
inicialmente por el Ministro coriano Gumersindo Torres.
………………………………………….
1.-USLAR PIETRI, Arturo: “Sembrar
el Petróleo”. En Diario Ahora. Caracas, 1936. http://www.analitica.com/bitblio/uslar/sembrar_el_petroleo.asp
2.- MINISTERIO DE FOMENTO.. Memoria
de Fomento de l918, Pág. XXI.
Prof.-UNEFM
trompizvalles@hotmail.com
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