VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
martes 21 de febrero de 2012 10:38 PM
El proyecto rentista que ha dirigido Hugo Chávez durante trece años se apoya, como es obvio, en el ingreso petrolero que el país recibe sin mayor esfuerzo.
La principal debilidad del esquema, que no es tan obvia para una porción importante del país, es que los barriles no tienen el mismo brillo que en los años 70 y por tanto, los petrodólares le quedan cortos a Venezuela.
Un trabajo del economista y profesor del IESA, Miguel Ángel Santos, explica que el número de barriles que se exporta ha permanecido igual mientras la población crece, por lo tanto, después de hacer los ajustes necesarios para comparar, en 1974 las exportaciones petroleras representaban 4.001 dólares por persona y en 2008, el año en que mayor ingreso ha habido durante el período de Hugo Chávez, la relación se ubicó en 3.394 dólares por persona.
Visto esto se comprende como un proyecto que deliberadamente ha elegido depender cada vez más de la renta petrolera mientras ahoga al sector privado, necesariamente tiene que endeudarse año tras año, sin importar que el barril se cotice sobre los cien dólares.
El Banco Central de Venezuela registra que el año pasado las facturas por pagar, en dólares, aumentan 15,8% desde 83 mil 240 millones en 2010 hasta 96 mil 420 millones, "por el financiamiento recibido mediante los programas a largo plazo suscritos por el país con el gobierno chino, por la renegociación en el exterior de los bonos petroleros y gubernamentales y por los créditos externos recibidos por la petrolera estatal".
Por ahora la deuda no representa un peso insostenible pero inevitablemente crecerá año tras año si el plan rentista, que Hugo Chávez prefiere llamar socialista, sigue en marcha.
La principal debilidad del esquema, que no es tan obvia para una porción importante del país, es que los barriles no tienen el mismo brillo que en los años 70 y por tanto, los petrodólares le quedan cortos a Venezuela.
Un trabajo del economista y profesor del IESA, Miguel Ángel Santos, explica que el número de barriles que se exporta ha permanecido igual mientras la población crece, por lo tanto, después de hacer los ajustes necesarios para comparar, en 1974 las exportaciones petroleras representaban 4.001 dólares por persona y en 2008, el año en que mayor ingreso ha habido durante el período de Hugo Chávez, la relación se ubicó en 3.394 dólares por persona.
Visto esto se comprende como un proyecto que deliberadamente ha elegido depender cada vez más de la renta petrolera mientras ahoga al sector privado, necesariamente tiene que endeudarse año tras año, sin importar que el barril se cotice sobre los cien dólares.
El Banco Central de Venezuela registra que el año pasado las facturas por pagar, en dólares, aumentan 15,8% desde 83 mil 240 millones en 2010 hasta 96 mil 420 millones, "por el financiamiento recibido mediante los programas a largo plazo suscritos por el país con el gobierno chino, por la renegociación en el exterior de los bonos petroleros y gubernamentales y por los créditos externos recibidos por la petrolera estatal".
Por ahora la deuda no representa un peso insostenible pero inevitablemente crecerá año tras año si el plan rentista, que Hugo Chávez prefiere llamar socialista, sigue en marcha.
Aunque el pasado nunca se repite de la misma manera, cabe subrayar que el ciclo actual es muy similar al que derivó en la crisis de los años 80. Entre 1974-1977 y 1979-1981 el precio del petróleo experimentó una escalada histórica que multiplicó el ingreso de Venezuela, pero los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera Campíns, diseñaron planes de gasto de tal magnitud que también la deuda creció a pasos agigantados.
Al caer los precios del petróleo la banca internacional cerró el grifo del financiamiento y el país cayó en una crisis que disparó la pobreza.
Arturo Uslar Pietri, resumió el fracaso de la siguiente manera: "Venezuela es un caso extremo, un pequeño país que recibe un desmedido flujo de dólares provenientes de la actividad petrolera y no solamente los gasta sino que incurre en la locura de endeudarse".
¿Hemos cambiado?
@vsalmeron
Al caer los precios del petróleo la banca internacional cerró el grifo del financiamiento y el país cayó en una crisis que disparó la pobreza.
Arturo Uslar Pietri, resumió el fracaso de la siguiente manera: "Venezuela es un caso extremo, un pequeño país que recibe un desmedido flujo de dólares provenientes de la actividad petrolera y no solamente los gasta sino que incurre en la locura de endeudarse".
¿Hemos cambiado?
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