lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Potencia o Botín? Venezuela, una pieza en el ajedrez energético global

Carlos Mendoza Pottellá


Trabajos especiales 1A propósito de los recientes incidentes que han vuelto a colocar en el primer plano noticioso las reclamaciones venezolanas sobre el territorio Esequibo, que nos fuera birlado en el laudo tramposo de 1899 en París, vuelve a ser pertinente recordar y desmenuzar los designios geopolíticos foráneos subyacentes en todos los conflictos internacionales en los cuales ha estado involucrado nuestro país, por acción, omisión o propia naturaleza, desde finales del Siglo XIX hasta el presente.
Baste recordar nuestra última guerra civil, 1901-1903, concluida con dos batallas, de 2.000 muertos cada una, en La Victoria y Ciudad Bolívar. Esa fementida Revolución Libertadora fue financiada por la New York & Bermúdez en respuesta a la anulación de su concesión sobre el lago de asfalto de Guanoco por el impago –desde 1880- de sus compromisos con el Estado venezolano. En esa empresa subversiva participaron también intereses ingleses y franceses, “coincidiendo” además con el bloqueo naval de 1902 por parte de buques alemanes, ingleses e italianos, resuelto por la intervención norteamericana a solicitud del Presidente Cipriano Castro y en aplicación de la Doctrina Monroe. (America for the Americans, aclarando que americanos son los ciudadanos de los Estados Unidos de ese continente)
La sincronía de estos acontecimientos con el malhadado Laudo de París que nos ocupa, en el que norteamericanos e ingleses se sirvieron a placer estableciendo límites que respetaban sus particulares intereses, en desmedro de los legítimos títulos de Venezuela, es una prueba fehaciente de la situación de extrema indefensión en la que se encontraba entonces el país frente al conjunto de potencias imperiales que se disputaban espacios coloniales a nivel global.
Porque fue precisamente la aplicación de la Doctrina Monroe la que determinó el resultado de mutua conveniencia anglo-norteamericana que registra el mapa que insertamos, en el cual se observan también las aspiraciones máximas de Inglaterra -que incluían regiones con potencial aurífero, tales como El Callao, Upata, Tumeremo y Guasipati-  y los  títulos históricos de Venezuela.
Trabajos especiales 2
Todos los eventos mencionados, en particular el conflicto con la Bermúdez Company, fueron la puesta en escena de lo que sería el paradigma de las relaciones de nuestro país con las corporaciones petroleras y sus respectivas metrópolis desde entonces y hasta nuestros días. Porque esa es la naturaleza del país que somos a la que hacíamos referencia antes: la condición de depositario de una inmensa riqueza hidrocarburífera por la que pujaron y pujarán todos los poderes mundiales.










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