El conflicto
petrolero venezolano y sus implicaciones ambientales
15/01/04
Por Red Alerta Petrolera Orinoco Oilwatch
Ecoportal
La protección de la vida misma debe estar ante
todo. Por ello es que no podemos aprobar que en nombre del paro, se haya dejado
fondeado en medio del Lago de Maracaibo un buque cargado de 35 millones de
litros de gasolina- un hecho que por si solo ya constituye un serio riesgo
ambiental.
Mega crisis de la petro-dependencia e imperativo
para un mundo post petrolero
La Red Alerta
Petrolera (Orinoco Oilwatch), con sus más de 40 agrupaciones e individualidades
integrantes, sus varios años de trayectoria y su carácter independiente, es
como colectivo, una organización pionera con una gran experiencia en el tema
ambiental-petrolero en Venezuela que le ha valido un reconocimiento nacional e
internacional.
A través de
planteamientos colectivos o de sus miembros individuales, desde 1996 la Red
Alerta Petrolera (RAP) ha desplegado una constante labor desde centros de
estudios y en el campo de las operaciones de la industria petrolera, a fin de
realizar investigaciones y producir informes y recomendaciones sobre el tema
ambiental petrolero. En tal tarea, la Red se ha beneficiado de su estrecho
contacto con otras organizaciones similares en otros países del mundo, miembros
de la Red de Resistencia a la Actividad Petrolera en los Trópicos (Oilwatch
Internacional), a los fines del intercambio de valiosa información sobre una
problemática mayormente común.
En toda esta
labor, el mensaje ante todos los distintos gobiernos siempre ha sido el mismo:
Exigir a la industria petrolera una mayor responsabilidad ambiental y social en
sus operaciones, alertar sobre planes de explotación de hidrocarburos
particularmente riesgosos y abogar por un nuevo modelo energético mas cónsono
con el ambiente y el bienestar humano, en el contexto de un modelo económico
diversificado, sano y sustentable.
Luego de
ponderar cuidadosamente los sucesos del actual conflicto petrolero venezolano,
así como la información de nuestros diversos afiliados, la Secretaria de la Red
Alerta Petrolera (Orinoco Oilwatch) ha considerado su deber fijar posición ante
el conflicto con miras a aportar al esclarecimiento de la situación. Tal tarea
no ha estado carente de aspectos retadores pues la verdad frecuentemente es
víctima en situaciones de polarización como las que esta viviendo nuestro país;
por lo cual es deber de todo observador objetivo a los mas altos intereses
tratar de superar toda parcialidad o distorsión informativa que pueda resultar
de tal situación, a fin de poder actuar con la mayor confiabilidad y utilidad
para el bien colectivo.
En base a
todo lo anterior, expresamos a la opinión pública nacional e internacional lo
siguiente:
1.- Es
evidente que el conflicto petrolero que estamos viviendo ha aumentado los
riesgos ambientales de la operación de los hidrocarburos en nuestro país. El
solo desguarnecimiento de las instalaciones petroleras por parte de los
trabajadores declarados en paro, así como la insuficiencia del personal que ha
pretendido mantener la industria petrolera a flote ya han sido razones
suficientes para ocasionar la situación de mayor riesgo. A lo anterior se han
sumado denuncias sobre daños, deliberados o involuntarios, en la
infraestructura informática, física y financiera de las operaciones e incluso
algunos actos de violencia en los campos petroleros. Ante todo lo anterior, lo
sensato para todos los factores corresponsables es reconocer el potencial de
mayor riesgo y extremar las precauciones para evitar daños o algún desastre
ambiental de proporciones mayores o de graves consecuencias para las
poblaciones circundantes.
2.- Mucho se
ha hablado de la agudización de accidentes con el conflicto actual en relación
a la experiencia pasada, especialmente en la zona del Lago de Maracaibo, algo
muy lamentable por las secuelas del mismo; contingencias estas que deben ser
resueltas pronta y eficazmente. Por otro lado la comparación exacta con el
pasado se dificulta por el velo de protección que tradicionalmente ha tenido
este tipo de información por parte de la Industria Petrolera. La cifra dada por
el presidente de PDVSA durante el actual conflicto sobre un numero de 50
derrames en el Lago de Maracaibo al mes como promedio en años anteriores
recientes (algo ya de por si alarmante) era antes desconocida, ya que la
costumbre de la Industria era mantener este tipo de información fuera del
alcance público, por razones de su conveniencia. Un esfuerzo independiente para
llenar los vacíos de información ha sido hecho en materiales como el capitulo
ambiental del Informe de Derechos Humanos en Venezuela de PROVEA de sus últimos
4 años con el aporte de la Secretaria de la Red Alerta Petrolera. De lo que si
estamos seguros es de los en todo caso lamentables saldos históricos básicos.
3.- La
protección de la vida misma debe estar ante todo. Por ello es que no podemos
aprobar que en nombre del paro, se haya dejado fondeado en medio del Lago de
Maracaibo un buque cargado de 35 millones de litros de gasolina- un hecho que
por si solo ya constituye un serio riesgo ambiental; como no podemos aprobar
que se intente reiniciar el trabajo de una refinería contigua a un centro
poblado sin tener garantías suficientes de la seguridad de dicha operación; o
aprobar que se haya privado a millones de personas masivamente de un suministro
de combustible vital para el aseguramiento de muchas de sus necesidades básicas
(incluso con algunas consecuencias ambientales también, como ha sido el caso de
miles de familias en el interior del país que ante la apremiante carencia del
gas domestico para la cocina han requerido la utilización de bosques para
proveerse de leña.)
4.- Como
activistas plenamente fieles a la causa ambiental y a la protección de la vida
y la dignidad humana, no podemos avalar ninguna acción, venga de quien venga,
que cause gran sufrimiento a la población o al medio ambiente. Tal como lo
reconocen todas las tradiciones espirituales: "el fin no justifica los
medios", los medios tiene que estar en consonancia con el fin.
5. - No se
puede examinar el actual conflicto petrolero independientemente de lo que ha
sido la historia anterior del petróleo. Celebramos que el conflicto haya puesto
sobre el tapete una discusión pública sobre la industria petrolera como nunca
había existido en nuestro país, bien por desinformación, desinterés o
encubrimiento. Y celebramos inclusive que individualidades, organizaciones de
la sociedad civil, incluso del mundo ambiental, así como medios de
comunicación, que hasta ahora habían estado ausentes del tema
ambiental-petrolero se hayan ahora sumado a él, tema que hasta ahora había sido
el reducto de unos pocos heroicos compatriotas. En todo lo anterior, lo que ha
pasado en Venezuela tiene un carácter notable, incluso a nivel mundial, y debe
ser materia de estudio obligado para todos los interesados en el tema petrolero
y energético.
Pero es
preciso que se llegue al fondo de las cosas. La Industria petrolera en
Venezuela y en todo el mundo ha sido siempre lesiva al medio ambiente en todas
sus operaciones, incluyendo la exploración, extracción, transporte,
almacenamiento y el procesamiento y utilización de sus derivados. Sus
estándares de protección ambiental y protección de poblaciones afectadas
tradicionalmente han dejado mucho que desear, empezando por un sistemático
soslayamiento o renuencia de la industria a reconocer sus responsabilidades. En
tal sentido, lo anterior ha ocurrido en Venezuela tanto bajo el dominio de las
empresas trasnacionales ( de 1920 a 1976) como bajo el dominio de la industria
nacionalizada es decir PDVSA ( de 1976 en adelante) - a pesar de que
reconocemos los esfuerzos de ésta en los últimos años de mejorar un pobre
record ambiental.
Como
consecuencia de lo anterior, es bueno recordar que en el caso de Venezuela ha
habido históricamente miles de derrames petroleros en el Lago de Maracaibo,
epicentro connotado del actual conflicto. En tal sentido cabe citar reventones
como el "Barrosos nº 2", en 1922, que vertió 900.000 barriles de
petróleo al medio ambiente (ó 4 veces lo del buque Exxon Valdez, en Alaska y 3
veces lo del buque Prestige frente a España); el del buque Nissos Amorgos, en
1997, que derramó 27.000 barriles en el Golfo de Venezuela, vinculado al Lago;
así como incontables derrames mas de los 5.000 pozos y alrededor de 20.000 km2
de tuberías que perforan sus aguas -muchos de ellos hoy un inherente riesgo ambiental
por su decrepitud luego de décadas de uso o abandono. En el Lago de Maracaibo
se ha cometido uno de los crímenes ambientales mayores del mundo, como
consecuencia de casi un siglo de explotación petrolera acumulada.
Recordar,
además, que en todo el país existen decenas de miles de fosas de desechos
tóxicos- productos inherentes de la explotación petrolera, aun desatendidas
(sin tratamiento), como parte de una deuda ecológica del petróleo que, como
consecuencia de toda la explotación petrolera y de las refinerías y complejos
petroquímicos existentes en el país, ha contaminado aguas de superficie y
subterráneas, ha destruido bosques y suelos, y ha contaminado el aire;
sembrándose las bases para la peor pobreza: la que se produce cuando se acaba
con la Madre Naturaleza que es sustento de la vida. Recordar así mismo que
valiosas culturas agrarias e indígenas han sido sacrificadas en el altar de la
industria petrolera.
Todo lo
anterior, en aras de abastecer al mundo del petróleo venezolano, y además, en medio
de un mundo donde las "guerras por el petróleo" no han sido
infrecuentes y aun hoy persisten en el horizonte.
6.- En
adición a su aun no redimida gran factura ambiental y social, y la pobreza
física y espiritual que ello ha generado, luego de casi 100 años de
funcionamiento de la industria petrolera en Venezuela también ha quedado claro
la persistente dependencia, vulnerabilidad, y concentración de poder político y
económico que ésta ha significado. Todo lo anterior en detrimento de un país
más independiente, menos vulnerable, y más auténticamente democrático. Y a
pesar de todas las pasadas consignas y políticas de "sembrar el
petróleo" (la diversificación económica), reducir la vulnerabilidad del
país ante la dependencia petrolera, y mantener a la industria subordinada a los
mas altos interés de la Nación. Esta experiencia se ha repetido en la mayoría
de los países monoproductores de petróleo lo que hace pensar que tales
consecuencias han sido inherentes a la naturaleza del paradigma petrolero
mismo, más allá de la "mala o buena administración" de los ingresos
aportados por el petróleo -como han alegado los promotores de la perpetuación
del modelo petrolero. Puesto que el problema ha estado en la industria misma,
es la industria la que tiene que cambiar para adaptarse a las necesidades del
bienestar humano, y no al revés.
7.- A pesar
de todas sus miserias, el conflicto petrolero le ha servido a Venezuela para
algunos aprendizajes importantes. Como ya se ha dicho antes, ha precipitado un
debate público sobre la industria petrolera y sus aspectos políticos,
ambientales, y sociales sin precedentes en la historia del país y quizás a
nivel mundial. Ha obligado a los venezolanos, el pueblo mas gastivo de energía
y mas dependiente del automóvil en América Latina, a apreciar mas el valor de
la energía, del trasporte publico y alternativo y de la seguridad energética.
Tales aprendizajes pueden ser aprovechados para un país mejor, luego de que se
supere el conflicto, lo que esperamos sea logrado en paz, justicia, y
reconciliación nacional.
Por ahora
nuestro basamento económico temporal es el petróleo, requerimos aun de su
aporte, y en especial luego del actual gran desquiciamiento, para no quedar
sumergidos en la miseria. Pero es urgente revisar el modelo de desarrollo
petrolero, hemos visto la gran fragilidad que conlleva la dependencia de una
sola mercancía, de una sola mega empresa, o aun de unas pocas empresas
trasnacionales. La alternativa es encontrar una diversidad económica, como la
de la Naturaleza, y que se respete la socio diversidad, la biodiversidad, la
vida de las comunidades indígenas, campesinas, pesqueras y a la Naturaleza
misma.
8.- Una vez
resuelto el conflicto, es indudable que PDVSA, la industria petrolera nacional,
nunca volverá a ser la misma. Para nosotros esa nueva PDVSA debe estar
deslastrada del empeño obcecado en seguir a ultranza en el obsoleto modelo
petrolero, cuyas vulnerabilidades y costos ambientales, sociales y políticos se
han hechos obvios para el país. En tal sentido sería imperativo que el país se
trace un escenario de no más de 30 años para superar su inaceptable
petro-dependencia y petro-vulnerabilidad, y lograr una economía diversificada y
post petrolera de carácter sustentable.
Para lo cual
¿por que no dejar cerrados entonces, de una vez para siempre, algunos de los
grifos petroleros obligados a cesar por el conflicto? ¿O tal como tantas veces
lo hemos solicitado, dejar libre de explotación de hidrocarburos el frágil
ecosistema de la zona del Golfo de Paria y el Delta del Orinoco, valioso
reservorio de recursos bióticos y con una función ecológica vital para
Venezuela y todo el Caribe Oriental; análogamente a la declaración de Costa
Rica de librar a sus costas de la explotación de petróleo, por razones del mas
alto interés nacional? Así como Venezuela se vio obligada a invocar
"razones de fuerza mayor" a raíz del Conflicto para excusar la
interrupción de suministros petroleros a clientes extranjeros, en la protección
de su integridad natural también deberían invocarse "razones de fuerza
mayor" para no seguir con una "cultura petrolera" en riña con tan
altos intereses. Con todo ello, Venezuela daría un gran ejemplo al mundo.
Instamos a la
Comunidad Internacional a que apoye nuestro país para que no se le siga
presionando al sacrificio de su integridad en aras de seguir satisfaciendo el
voraz e insaciable consumo petrolero del Norte. Y a los compatriotas a quienes
auténticamente les duele el país a luchar para hacer esto posible. El éxito de
Venezuela en ese empeño seria un éxito para el mundo responsable. La consigna
para la nueva Venezuela debería ser:
"Venezuela
una economía diversificada y post petrolera de carácter sustentable en menos de
30 años".
Las
capacidades gerenciales y técnicas de la nueva PDVSA, con el concurso
internacional apropiado que hiciera falta, estarían al servicio de tan magna
meta, que incluiría un nuevo paradigma poli-energético, basado en las energías
renovables clásicas a pequeña escala y ecológicamente sustentables (como la
solar, viento, agua, y formas ecológicamente apropiadas de la biomasa - todas
tan abundantes en nuestro país que podrían suministrar, en forma local, energía
equivalente a varias veces su normal producción petrolera, así como renovables
de avanzada como la energía del hidrogeno -obtenido a partir de fuentes limpias
(combustible que para muchos, sera pronto el sustituto del petróleo como
combustible universal principal).
Las nuevas
fuentes de energía, además de renovables y mas limpias, tienen como
conveniencia un carácter mas descentralizado y una menor creación de
vulnerabilidad y dependencia; todo lo cual tiende a evitar las indeseables
concentraciones de poder económico, político y tecnocratico, anti-democráticas
que han caracterizado con demasiada frecuencia al paradigma del petróleo.
9.- Instamos
a la opinión pública nacional e internacional, a las autoridades, a los
funcionarios concientes de PDVSA, a los medios de comunicación, actuando con el
mas alto sentido auténticamente patriótico - porque patria es "comunidad
humana mas territorio natural preservados", a no dejar pasar la oportunidad
que nos brinda la actual crisis para repensar a la industria petrolera en
función de un nuevo modelo energético al servicio de la Venezuela postpetrolera
que han anhelado antes venezolanos insignes y visionarios, para un país y mundo
mejor.
El Hoy ha
dependido de lo que hicimos Ayer y el Mañana depende de lo que hagamos Hoy.
Pues, tal como dijo el Jefe Indio Seattle en su inmortal proclama: " Todo
lo que le ocurra a la Tierra le ocurrirá a los hijos de la Tierra. El hombre no
tejió la trama de la vida, el es solo un hilo de ella. Lo que hace con la trama
se lo hace a si mismo"
En el mes de
agosto de 1996, la organización ambientalista AMIGRANSA- Sociedad de Amigos en
defensa de la Gran Sabana, promueve la creación en Venezuela de la RED ALERTA
PETROLERA (Orinoco-Oilwatch), filial venezolana de OILWATCH, organización
internacional de "Resistencia a la explotación petrolera en los trópicos y
vigilancia de los impactos ambientales y sociales de dicha actividad" ,
nacida en Quito, Ecuador, donde se encuentra la Secretaria Internacional de
Oilwatch. En la RED ALERTA PETROLERA, hemos considerado prioritario por su
urgencia y su gravedad, solicitar una MORATORIA a la actividad petrolera en
áreas de alta fragilidad ambiental y social; realizar el estudio de la
problemática de la zona Delta del Orinoco/ Golfo de Paria en el extremo oriente
del país, en la desembocadura del Río Orinoco, hábitat de la étnia indígena
Warao; las secuelas de la explotación de petróleo, carbón y gas en el Edo.
Zulia, el resultado de las 'asociaciones estratégicas' en la faja petrolífera
del Orinoco y la deuda ecológica. Sus voceros forman parte de grupos
ecologistas, de pueblos indígenas, instituciones académicas y de investigación,
grupos defensores de los derechos humanos, grupos de pescadores y de otras
poblaciones locales afectadas por los impactos de mega-proyectos petroleros,
gasiferos y petroquímicos.
Miembros de
la RED ALERTA PETROLERA (ORINOCO OILWATCH)
Sociedad de
Amigos en Defensa de la Gran Sabana, AMIGRANSA, Grupo de Estudio Mujer y Ambiente
GEMA, Sociedad Naturista de Venezuela, Fundamat, Representantes de Comunidades
Indígenas, Red de Mujeres Indígenas WARAO, Federación de Juntas Ambientales
FORJA MOSIN , Grupo Ecológico de Bolívar GREBO, Jardín Botánico de Tucupita, ,
ECO XXI, Vicaria Derecho y Justicia, Fundación Casa del Trabajador de Sucre,
Sociedad Conservacionista de Sucre, Comité de Solidaridad con EL HORNITO ,
Frente en Defensa de la Sierra de Perija, Frente Ecologista del Zulia,
Cinemovil Wuayra y otras personalidades relevantes del área del petróleo,
antropología, biología, derecho, agricultura y pesca.
*Red Alerta
Petrolera (Orinoco Oilwatch)
Secretaria
Caracas, 21
de enero de 2003
Secretaria
e-mail: amigransa_oilwatch@yahoo.comamigrans@internet.ve
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